Yahweh es Yah-Shua (Jesus)

martes, 9 de diciembre de 2008

¿Puede la mujer predicar ?

¿Puede la mujer predicar ?

¿Es bueno seguir el legalismo y las tradiciones?

He encontrado mucho esa pregunta, y, a personas en desacuerdo con que la mujer predique, o tenga algún ministerio y bueno para empezar también les haría una pregunta, ¿Por qué no puede predicar una mujer?

Tanto la predica como cualquier ministerio no es dado por capricho humano, si no que es dado por el Espíritu Santo a quien El quiere darlo

Por más que alguien se afane en lograr un ministerio por propia voluntad jamás podrá lograrlo, si no es por voluntad de Dios, ahora bien si Dios le da algún ministerio a una mujer, quien se atreverá a estorbar lo que El Señor quiere hacer?

Leemos en 1ra. Corintios 12:11 Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.

Esto es a la iglesia, la cual está conformada de muchos miembros en donde todos y todas formamos parte de un solo cuerpo y de la cual Jesucristo es la cabeza.

1ra Corintios: 12:12 Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo.
12:13 Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.

Entonces vemos que de acuerdo con las escrituras la palabra iglesia no solo se refiere a los varones si no que las mujeres también son parte de la iglesia y por lo tanto del cuerpo y así como en el cuerpo humano, cada miembro tiene su función en la iglesia cada miembro tiene una función, según el don que el Espíritu le dé a

cada uno.

1ra.Co:12:14 Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos.
12:15 Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo?
12:16 Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo?
12:17 Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese oído, ¿dónde estaría el olfato?

Y si le dijésemos a la mujer porque eres mujer no eres parte del cuerpo y si no eres parte del cuerpo no eres parte de la la iglesia, entonces el cuerpo de Cristo no estaría completo pues le harían falta miembros.

Pero vemos que Dios no hace acepción de personas sean hombres o mujeres todos somos parte de un solo cuerpo.

1ra Co: 12:18 Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso.
12:19 Porque si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo?
12:20 Pero ahora son muchos los miembros, pero el cuerpo es uno solo.

Ahora bien aclarado el lugar que tiene la mujer en el cuerpo de Cristo, esto es en la iglesia veamos a quien son dados los dones espirituales que son los ministerios individuales para provecho de la iglesia.

1ra Co: 12:7 Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho.
12:8 Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu;
12:9 a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu.
12:10 A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas.
12:11 Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.

Aquí el apóstol Pablo nos dice que los dones se reparten según la voluntad del Espíritu Santo que en todos es el mismo, entonces comprendemos que es a quien quiere darlos sea mujer o sea hombre siendo parte de un solo cuerpo.

1raCo:12:18 Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso.
12:19 Porque si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo?
12:20 Pero ahora son muchos los miembros, pero el cuerpo es uno solo.

Dios es el que conforma el cuerpo según el puro afecto de Su voluntad, para perfeccionarlo a la manera de alcanzar la estatura del varón perfecto que es Cristo y no el hombre.

Ef: 4:11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros,
4:12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,

En ningún momento la Palabra dice que solo los varones pueden pararse tras un pulpito para dar a conocer el evangelio de Jesucristo, sino mas bien dice que todo el cuerpo y esto incluye a la mujer debe predicar las buenas nuevas a las naciones

La mujer es y ha sido parte fundamental de la iglesia de todos los tiempos, dejemos ya los rudimentos, que son las tradiciones de los hombres, estas son la ley que fue dada a un pueblo por su manera de vivir y sus costumbres, ya no estamos bajo el yugo de la ley ahora vivimos bajo la Gracia que es don gratuito por parte del Señor hacia cada uno de los y las que creemos en El.

Ef: 2:8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;
2:9 no por obras, para que nadie se gloríe
.

Porque para Cristo no hay diferencia entre hombre y mujer, y si para El no hay diferencia porque vamos nosotros a diferenciar entre hombre y mujer espiritualmente?

Ga: 3:27 porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos.
3:28 Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.

Aun más el en el antiguo testamento vemos una profecía donde todos trabajaríamos por igual en las obras de Dios, hombres y mujeres.

Jl: 2:28 Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones.
2:29 Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días.

Entonces vemos que el mismo Espíritu seria derramado por igual a hombres y mujeres

Ahora la pregunta seria, ¿porque no pueden predicar las mujeres? Y la respuesta es claro que si pueden según la Palabra de Dios.

Legalismo, religión, tradición

Ahora bien habrá algunos que se cuelguen de lo que dice Pablo en

1ra. a Tim. 2:11 La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción.
2:12 Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio.

Pero recordemos que aquí Pablo hablaba a un pueblo en donde no se le permitía a la mujer entrar a una sinagoga, sino que la costumbre era que la mujer escuchara desde afuera de la misma, y en ocasiones la mujer en vez de poner atención a lo que se predicaba, se dedicaba a platicar distrayéndose de las enseñanzas, a esto es a lo que se refería Pablo con respecto a las mujeres, entonces repetimos que se debe dejar atrás las tradiciones de los hombres, que son los rudimentos de la vieja enseñanza y actualizarnos a las necesidades de la iglesia de hoy día. y esto se aplica también para

1ra de Cor:14:33-35 entonces entendemos la frase de que; si quieren aprender algo que pregunten en casa a sus maridos, esto es porque la mujer no tenía acceso al interior de la sinagoga o iglesia primitiva, sino que escuchaba desde afuera y no podía ni siquiera preguntar nada. Entonces el varón le resolvía sus dudas en casa.

"Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él; arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracia. Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo" (Col. 2:6-8).

hablaba a los mismos judíos tradicionalistas. Entonces por q continuar con las tradiciones ya obsoletas para los Cristianos, además Pablo hace incapie al decir no permito a la mujer… no dice el Señor no lo permite si no que hace énfasis al decir yo no permito según su pensamiento, y el pensar de esa época, en el es conocido que a veces daba su opinión personal a la gente como vemos en los siguientes versículos.

1ra Cor; 7:6 Mas esto digo por vía de concesión, no por mandamiento.
7:7 Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo; pero cada uno tiene su propio don de Dios, uno a la verdad de un modo, y otro de otro.

Y también

1ra Cor: 7:12 Y a los demás yo digo, no el Señor: Si algún hermano tiene mujer que no sea creyente, y ella consiente en vivir con él, no la abandone.

1=digo por vía de concesión

2= yo digo no el Señor

3= no permito (yo) a la mujer

Entonces vemos el mismo patrón en pablo al expresar su propia opinión.

Pablo era dado a expresar sus pensamientos pero cuidando de hacerlos notar, para no confundir, así que como lo comente antes

El tiempo de los legalismos y las tradiciones quedaron atrás, esto es si en verdad creemos en el propósito que vino a cumplir Jesús

2da. Cor 3:14 Pero el entendimiento de ellos se embotó; porque hasta el día de hoy, cuando leen el antiguo pacto, les queda el mismo velo no descubierto, el cual por Cristo es quitado.
3:15 Y aun hasta el día de hoy, cuando se lee a Moisés, el velo está puesto sobre el corazón de ellos.

Y 2da. Cor3:16 Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se quitará.
3:17 Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.
3:18 Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.

Jesús mismo rompió los legalismos judíos como vemos en

Jn13:6 Entonces vino a Simón Pedro; y Pedro le dijo: Señor, ¿tú me lavas los pies?
13:7 Respondió Jesús y le dijo: Lo que yo hago, tú no lo comprendes ahora; mas lo entenderás después.
13:8 Pedro le dijo: No me lavarás los pies jamás. Jesús le respondió: Si no te lavare, no tendrás parte conmigo.
13:9 Le dijo Simón Pedro: Señor, no sólo mis pies, sino también las manos y la cabeza.

La esposa o las hijas tienen el deber de lavar al padre la cara, las manos y los pies. Pero el judío varón no puede exigir esto a otro varón, ni siquiera de un esclavo judío; solamente de un esclavo no judío. De ahí la importancia de la acción y actitud de Jesús, y la explicación, por lo menos parcial, de la reacción de Pedro (Jn. 13,3-17) Wikipedia® es.

Por una mujer Jesús llego a los gentiles. Y rompe nuevamente con la tradición

Mr:7:26 La mujer era griega, y siro fenicia de nación; y le rogaba que echase fuera de su hija al demonio.
7:27 Pero Jesús le dijo: Deja primero que se sacien los hijos, porque no está bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos.
7:28 Respondió ella y le dijo: Sí, Señor; pero aun los perrillos, debajo de la mesa, comen de las migajas de los hijos.
7:29 Entonces le dijo: Por esta palabra, ve; el demonio ha salido de tu hija.

Entonces es lisito seguir con las tradiciones humanas contraviniendo los ejemplos de Jesus?

DIOS BENDIGA A ISRAEL

domingo, 7 de diciembre de 2008

Errores catolicos

ERRORES CATOLICO-ROMANOS

Lo que se cree dentro de la iglesia católica, apostólica y romana no siempre es admirable. Cualquiera pudiera comparar las doctrinas protestantes y católicas y suponer que existen muchas coincidencias, argumentando que es más lo que nos une que lo que nos separa. Ese argumento podría ser usado por analogía entre Jesucristo y Lucifer: tienen muchas coincidencias, entonces es más lo que los une que lo que los separa.

En efecto, Lucifer es llamado ángel de luz, estrella de la mañana. Jesucristo también es llamado estrella de la mañana. Lucifer era perfecto, Jesucristo también lo era –sólo que continúa siéndolo. Lucifer es príncipe de este mundo, Jesucristo es Rey de reyes. Lucifer es un espíritu, Jesucristo también lo es, en la medida en que Dios es espíritu. Lucifer busca que le adoren, Jesucristo dijo que el Padre también busca que le adoren (y Jesucristo y el Padre son uno solo). Jesucristo premia y castiga a los que son suyos, Lucifer hace algo parecido. Solamente que Jesucristo dijo en una ocasión en que el diablo andaba por ahí, acercándosele, que él (Satanás) nada tiene en mí, que él es padre de mentira, que ha sido asesino desde el principio.

Este ejercicio mental bastaría para demostrar que las coincidencias no unen, pues basta una diferencia en la esencia para que se manifieste la división y separación definitiva. Asimismo, la comparación entre las doctrinas protestantes (ajustadas a la Biblia) y las doctrinas católico-romanas (a la luz de las Escrituras) no basta para argumentar que es más lo que nos une que lo que nos separa, pues son excluyentes en su esencia. Veamos algunos ejemplos ilustrativos:

1. En cuanto a la salvación.

Existe un decreto (816) derivado del Concilio Vaticano II que dice: “Solamente por medio de la Iglesia católica de Cristo, que es auxilio general de salvación, puede alcanzarse la plenitud total de los medios de salvación”.

Se añade más adelante que no podrían salvarse los que sabiendo que Dios fundó, por medio de Jesucristo, la Iglesia católica como necesaria para la salvación, no hubiesen querido entrar o perseverar en ella (846). En la Iglesia es en donde está depositada ´la plenitud total de los medios de salvación´(824).



• La Biblia dice

"Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro"
(Romanos 6:23) "Y en ningún otro hay salvación (excepto en Jesucristo); porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos"(Hechos 4:12). "El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él"(Juan 3:16). "El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida"(Juan 5:24). "El que cree en mí, tiene vida eterna"(Juan 6:47).

Vemos claramente que Jesucristo no requirió jamás del uso o de la mediación de alguna iglesia para dar su salvación. Vemos al ladrón en la cruz, al lado de Jesús, que alcanzó la salvación sólo con creerle a Él, por eso le fue dicho: hoy estarás conmigo en el paraíso. "De éste (Jesús) dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él creyeren recibirán perdón de pecados por su nombre" (Hechos 10:43). Y todo porque la Biblia señala que la redención o salvación se encuentra en Cristo, nunca en alguna iglesia, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús (Romanos 3:24).

Esta reflexión nos lleva a una primera conclusión: que si la salvación se diera a través de la iglesia católica –como dicen sus credos, catecismos y sínodos- entonces Dios mintió en su Palabra, pues solamente se lee y se anexa que creemos que por la gracia del Señor Jesús seremos salvos (Hechos 15:11).
La Biblia amigablemente nos exhorta a través de un texto a que dejemos la tradición de los hombres: Porque dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres (Marcos 7). De manera que la tradición no supera nunca el mandato de Dios y su mandato es claro en la Escritura. Esos textos lo demuestran, muchos más lo corroboran, que la iglesia no salva ni es mediadora, simplemente la gracia de Dios a través de la fe que nos es dada en Jesucristo.

2. María corredentora e intercesora

Además de haberse inventado la historia de María ascendida a los cielos le dan a ella un rol protagónico en la redención. María es llamada corredentora al igual que intercesora, de allí el común rezo ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Por eso el catecismo dice que María no abandonó su misión salvadora, por el hecho de haber ascendido a los cielos, sino que continúa procurándonos con su múltiple intercesión los dones de la salvación eterna (969). En el numeral 494 del catecismo se nos dice que por la obediencia de María ella fue su propia causa de salvación al mismo tiempo que la de todo el género humano. Asimismo, en el numeral 969 se dictamina que la Santísima Virgen es invocada en la Iglesia con los títulos de Abogada, Auxiliadora, Socorro, Mediadora.

• La Biblia dice: "Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos"(Hechos 4:12); "Jesús le dijo: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí" (Juan 14); "Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo" (Juan 10); "Yo, yo Jehová, y fuera de mí no hay quien salve" (Isaías 43:11); "Mas yo soy Jehová tu Dios... no conocerás, pues, otro dios fuera de mí, ni otro salvador sino a mí" (Oseas 13); "Os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor" (Lucas 2:11); "Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén" (2 Pedro 3:18).

La gran pregunta surge, si María tiene un papel protagónico en nuestra salvación, ¿por qué Dios mismo no lo declaró en Su Palabra? Ni un solo texto de la Escritura es invertido ni siquiera en sugerir que María tiene algún rol especial en el camino de la salvación; jamás se menciona ni se sugiere que ella es corredentora, abogada, auxiliadora, intercesora, ni mucho menos reina del cielo. Lo que sí dice la Biblia es que los pueblos se han ido detrás de sus ídolos y hacen tortas a la que ellos llaman la reina del cielo. Los hijos recogen la leña, los padres encienden el fuego, y las mujeres amasan la masa, para hacer tortas a la reina del cielo y para hacer ofrendas a dioses ajenos, para provocarme a ira (Jeremías 7: 18). Indudablemente Jesús es el Salvador, no María.

La Biblia es muy clara en su mandato, nos envía a Jesucristo como abogado nuestro, no a María: "... si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo"(1 Juan 2). De igual forma señala que Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones (Salmo 46), no dice nunca que María es nuestro auxilio. "He aquí, Dios es el que me ayuda", continúa diciendo la Escritura en Salmo 54:4. Pero hay más textos: "De manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre" (Hebreos 13); "Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre" (1 Timoteo 2). "Por lo cual (Cristo) puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos" (Hebreos 7:25); "Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros" (Romanos 8:34).

De manera que estas reflexiones nos llevan a otra conclusión, que si María es intercesora, auxiliadora, abogada y reina del cielo, entonces la Biblia entera está equivocada y ella miente al decirnos que Dios se enoja por la reina del cielo, ídolo hecho por el que se decía su pueblo; la Biblia nos miente cuando señala que Jesucristo intercede por nosotros, y agrega que él es nuestro abogado. Nos miente cuando dice que hay un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, y no nos dice que hay otro mediador sino uno solo. Pero como los creyentes en Cristo aceptamos que la Biblia es la Palabra de Dios revelada, y que Dios no miente, pues no es hombre para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta, entonces alguien más miente. Tal vez son los que tienen intereses en hacer creer mentiras frente a la única verdad, intereses económicos, intereses perversos en procurar desviar del debido camino a miles y millones de personas que pueden estar sinceramente equivocadas, pero equivocadas al fin. No podemos alegar en nuestra defensa nuestra ignorancia, porque Jesús mismo nos dijo que examináramos las Escrituras, pues en ellas suponemos que está la vida eterna, y ellas son las que dan testimonio de Jesucristo.

El que yo tenga un mapa con datos equivocados no me será excusa para que me hagan llegar a destino a la fuerza. El que yo sea sincero en la lectura de ese mapa con datos equivocados no hace que yo llegue al destino deseado. Simplemente llegaré al destino equivocado. Si usted sinceramente atraviesa un semáforo en rojo, creyendo que podía hacerlo porque eso fue lo que le dijeron, y produce un accidente, se queda sinceramente accidentado. Allí no vale la sinceridad, ni el afecto, ni la voluntad, ni el querer. Lo que vale es el conjunto de buenas señales, lo que se llama la buena doctrina. Todo está en la Biblia, y es fácil acercarse a ella.

Si el catolicismo se ha propuesto quitarle a Jesucristo lo que la Biblia le atribuye en cuanto a que El es el único mediador, auxilio, intercesor y abogado, para dárselo a la que desde el Antiguo Testamento llamaban la Reina del Cielo, y que ahora sutilmente llaman María para suavizar el impacto al contrariar las Escrituras, duro error es ese al enseñársele al pueblo que se acerca sinceramente a buscar orientación de quienes se suponen que conocen las Escrituras. Pero la responsabilidad es individual, una vez más: a cada quien se le manda a que busque el conocimiento de la Biblia para que vea y constate si Dios tiene algo que decirle.

Recordemos siempre que la Biblia es precisa en sus enseñanzas, y no podemos confiar una salvación tan grande en manos de personas que parecen ser inescrupulosas con las almas cautivas. Por eso, el llamado es para cada uno por separado, para que vayan a las Escrituras e indaguen acerca de esa salvación por gracia –no por obras- para que ninguno se gloríe, pues de otra manera la gracia ya no sería gracia.

No hay escape. Cada quien debe asumir la responsabilidad de investigar en las mismas Escrituras acerca de la verdad que ella anuncia. "Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces" (Jeremías 33); "Invócame en el día de la angustia; te libraré, y tú me honrarás" (Salmo 50:15); "Cercano está Jehová a todos los que le invocan, a todos los que le invocan de veras" (Salmo 145:18).

3.Las imágenes.

Las imágenes constituyen otro punto divergente entre la doctrina protestante aferrada a la Biblia y la doctrina Católico-romana, según las Escrituras. Uno de los 10 mandamientos exige no hacerse imagen ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. Pero continúa diciendo el texto que aparte de no hacerlas no debemos inclinarnos ante ellas, ni honrarlas. Parte de este mandamiento ha sido mutilado por Roma y no aparece en las últimas traducciones de la Biblia que ellos autorizan para sus fieles (véase Exodo 20:4-5).
El mandamiento está dado por partes; una primera parte nos dice que no debemos hacer imágenes. Pero si se diera el caso de que nosotros no las hacemos y otros las hacen, el mandamiento continúa exhortando: no te inclinarás a ellas. Pero si se diera el caso de que otros las hacen, otros se inclinan, el mandamiento nos sigue exhortando a no honrarlas. Y este es el punto donde los romanistas tratan de ser sutiles en el lenguaje esgrimido para justificar su honra a las imágenes. Ellos hablan de veneración frente a adoración. Dicen que ellos no adoran a las imágenes sino que tan solo veneran lo que ellas representan. Y argumentan con diccionarios de la lengua para decirnos que venerar es honrar y no adorar. Bueno, el mandamiento es completo: no te inclinarás a ellas ni las honrarás.

La Vulgata Latina, la traducción de Jerónimo, que tanto se ha usado en el Vaticano y en sus seminarios, lo dice textualmente:

non facies tibi sculptile neque omnem similitudinem quae est in caelo desuper et quae in terra deorsum nec eorum quae sunt in aquis sub terra
non adorabis ea neque coles…


De manera que no tienen excusa, pues su misma biblia autorizada en el Vaticano y de cuya traducción al latín desde los textos originales tanto se ufanan, lo dice claramente. Demasiado tarde para borrar ese texto en el original de ellos. Podrán no copiarlo completo en las nuevas ediciones de la biblia, pero sigue permaneciendo allí, en cualquier biblioteca pública y aún dentro del mismo Vaticano. La Biblia dice: El cielo y la tierra pasarán, pero mi palabra no pasará. Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido.

Forzosamente concluimos que lo escrito en la Biblia no puede ser modificado, destruido, mutilado, cambiado, por mandato humano o por mandato sobrehumano. Simplemente se cumplirá a cabalidad. Y todos los textos acá mencionados continúan vigentes, aunque no aparezcan en los mapas guías de mucha gente, a quienes por voluntad humana se les ha negado el acceso a dicho conocimiento. Pero toda la Escritura se complementa, y si la escudriñan, aunque mutilada, ella misma llevará a la verdad a quienes en ella buscan.

Por eso decíamos al principio, que no bastan las coincidencias para la unificación. Jesucristo vino a destruir las obras del diablo, y el diablo vino a destruir las obras de Cristo; Dios trabaja a través de la verdad, el diablo a través de la mentira; Dios usa a la gente para su propósito y gloria, Satanás hace lo mismo para su propia gloria. Dios es llamado Padre, Satanás también es llamado padre de mentira. Y la gran diferencia esencial es que las palabras de Dios son vida, mientras que las palabras de Satanás traen muerte. No en vano hay un adagio popular que dice: El diablo ofrece mucho, da poco y quita todo.

Entonces, ¿a quién iremos? ¿A María, a las imágenes, o a la Palabra revelada? Una salvación tan grande no podemos descuidarla, ni mucho menos dejarla en manos de intereses caprichosos y torcidos. Si creemos que la Biblia es la palabra revelada a los hombres, si creemos que Dios habla a través de ella, entonces vale la pena indagar más y procurar conocerla más. Ese fue el propósito de Martín Lutero en la famosa Reforma Protestante. Ese esfuerzo continúa aún. Hay un texto final para recordar, y se encuentra en Santiago 2:19: Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.

Según ese texto los demonios nos llevan ventaja: creen y tiemblan. Parece ser que ellos saben que la palabra del Altísimo es firme y eficaz, por eso no sólo la creen, sino que tiemblan ante ella. No obstante, para ellos no hay redención, pues son espíritus engañadores, y su creer y temblor de nada les sirve. Nos sirve a nosotros como referencia, para saber que aún las potestades espirituales saben de la certeza de la Palabra de Dios. Y para ellos no hay opción de salvación alguna, antes son obedientes al padre de la mentira, y engañan a la humanidad, incluso con las imágenes. Pablo en una carta a los Corintios lo explica claramente, para que no nos dejemos engañar: ¿Qué digo, pues? ¿Que el ídolo es algo, o que sea algo lo que se sacrifica a los ídolos? Antes digo que lo que las gentes sacrifican, a los demonios sacrifican, y no a Dios; y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios. No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios (1 Corintios 10: 19-21).

De manera que parece muy grave, dentro del plan soberano de Dios, el acercarse a los ídolos, no porque sean algo en sí mismos - aunque se crea que eso ayudaría a recordar el objeto de adoración o veneración - sino porque detrás de cada ídolo, de cada imagen, hay un demonio –un espíritu engañador- y a Dios eso le molesta y no nos lo permite, en la medida en que pretendamos participar de la comunión con Jesucristo. Son puntos esenciales excluyentes, no coincidentes. Esto separa al máximo, y aparece de nuevo el mandato de Cristo diciéndonos: Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida; nadie viene al Padre sino por mí.

Estos sencillos elementos separadores hacen que resulte imposible, por esencia, el ecumenismo propuesto entre evangélicos y católicos. Hay quienes pretenden recorrer ese duro camino; ese es un problema para ellos. Pero hay miles de ovejas que escuchan la voz del buen Pastor y no se dejan engañar. Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen (Jesucristo).

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quiero mirar tu hermosura